Un 2016 muy duro para Eduardo Gallo y su familia por el
repentino fallecimiento de su hermano, en el que incluso se planteo no torear,
por falta de motivación, ilusión y ganas. Todo a la contra, con pocos contratos
y ninguna gana de "sentirse. Con este panorama, poco listo tenía que ser
uno para darse cuenta de que Eduardo no estaba bien, tristón, sin ganas, e
incluso apático en los pocos tentaderos que le vi la pasada temporada. Gran ilusión
me hizo leer las crónicas de la corrida de toros del pasado septiembre en Las
Ventas, en la que Gallo actuó junto a Esaú Fernández e Iván Vicente para
estoquear una corrida de "Lagunajanda", y en la que todos los críticos nacionales
alabaron la actuación del torero salmantino.
El pasado fin de semana en la ganadería de El Pilar, Eduardo
participo en un gran tentadero. Sinceramente salí de allí ilusionado de ver lo
que había visto. Un Eduardo capaz, centrado, buscando cosas, templado,
ilusionado, con aptitud, y lo que es más importante, lo vi disfrutar.
En estos días cruzara el charco para torear tres corridas de
toros, la primera de ellas en la feria de San Cristóbal en Venezuela, el próximo
28 de enero. Vuelve a sentirse torero, a tener ilusión por lo que hace, a disfrutar
con el toro y todo lo que le rodea; vuelve a sentirse torero.
Cuajo dos faenas a dos buenas becerras de El Pilar, con
gusto cadencia, temple, arrogancia... como solía hacerlo "Gallo" de las mejores épocas, y que
muchos, por su situación profesional y personal, dábamos por perdido, pero nada
más lejos de la realidad. Eduardo vuelve a "Gallear", y de qué
manera. Feliz en el campo, rodeado por sus compañeros, sintiendo el toreo y con
unas ganas tremendas de fechas, de poder demostrar que esta mas entero que
nunca. Sabe como es lógico, que la empresa no es nada fácil, que toca remar a
contracorriente, que está metido en un bache del que hay que salir a
"orejazo" limpio, pero tiene las armas necesarias para conseguirlo.
En la historia del toreo muchos han sido los que han pasado por situaciones
similares en la profesión, Ortega Cano, Julio Robles, Espartaco... o el mismo
Curro Díaz, que compartió tentadero con Gallo, toreros que parecen desahuciados
y de repente vuelven por sus fueros con más fuerza que nunca. Solo se necesita
un poco de suerte y coincidir el éxito en un sitio relevante.
Eduardo vuelve a sentirse torero, vuelve a disfrutar, vuelve
a ilusionar, Eduardo vuelve a "Gallear". Que la suerte te acompañe
porque las cualidades las tienes innatas. Suerte en tierras americanas y en la
temporada europea. A mí me has vuelto a ilusionar.
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