UN TENTADERO DE LOS QUE HACEN AFICIÓN
Un lujo por muchas cosas. Por lo añejo de la plaza de
tientas, que te despierta los recuerdos y te transporta a otra época. Por lo
serio del tentadero, dos “pedazo” de vacas con presencia de toros. Por las
embestidas y la movilidad de los animales, que permiten al torero “disfrutar”
de cada una de ellas. Y como no, por el trato del ganadero D. Arturo Cobaleda,
su hijo Jesús y Rodrigo Plaza uno mas de ésta casa.
Tengo que decir que era la primera vez que veía en directo a
José Garrido novillero extremeño, y me encanto. Con dos vacas de ese tamaño,
con esas embestidas templadas y limpias, estuvo sensacional. Entendió a los
animales a la perfección, dándoles el sitio y los toques precisos y alargando
las embestidas. Hubo momentos que se le vio relajado y disfrutando de un
entrenamiento que seguro le ha servido como el que más.
Al finalizar el tentadero, cambie impresiones con José
Garrido;
-¿Que balance haces de la temporada pasada?
-Bueno pues la temporada pasada ha sido una temporada, sobre
todo de rodaje. De adquirir conocimientos y de ir poquito ha poco conociendo la
profesión, sobre todo de rodaje. Y de preparar las cosas para este año que
viene.
-¿Todas las ilusiones puestas en 2014?
-Si, si claro, es mi año fuerte como novillero con caballos,
y donde espero estar en las ferias importantes. Y lo mas importante, labrar mi
futuro.
-El estar apoderado por un torero como Antonio Ferrera, ¿te
supone más responsabilidad, más apoyo, o una mezcla de todo?
-Me supone… entrega conmigo mismo, entrega a no
decepcionarle, a la esperanza que el tiene puesta en mi superarla con creces y
que siempre tenga esa llama encendida hacia mi de confianza.
-Es tu primer tentadero en Barcial. ¿Qué te ha parecido?
-Te voy a hablar claro, llegas a la finca y ves la plaza allí,
metida entre casas, y un poquito… a mí me recuerda a imágenes de El Viti o de
Manolete en plazas de tientas muy parecidas a esta. Y luego ya te asomas a los
corrales y ves las vacas que allí hay, y se te pone el alma en un puño…
Luego las ves en la plaza y la confianza que te van dando
con esas embestidas templadas, con ritmo y con esa clase… Si te digo la verdad
he disfrutado como pocas veces en un tentadero, con ese “vacón” pasando a cámara
lenta y metida en los vuelos de la muleta… eso es muy grande, unas sensaciones
muy bonitas. Me voy muy contento.
Muy buena tarde en la que conocí a un joven novillero, José
Garrido, que sabe lo que quiere y el camino que debe de tomar para conseguirlo.
Y muy buena tarde porque me reencontré con una ganadería que vuelve a coger
aire, y que trabajando como lo están haciendo, volveremos a ver a “los
patasblancas” en las ferias.
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