La
importancia de Madrid es tal, que en ciertas ocasiones regala sorpresas del
tamaño de toreros como Paco
Ureña. Brillante fue su confirmación de alternativa el pasado 25 de
agosto. El lorquino llegaba a Las Ventas para jugarse la temporada, como uno de
tantos que hacen el paseíllo mirando hacia desolado tendido madrileño. Lleno de
cemento, cargado de ilusiones. Consiguió en su primero atraer la atención de
los pocos, pero excelentes, aficionados que presencian este tipo de corridas en
busca de aire fresco para un escalafón caduco. Cerca estuvo de cortar la oreja
de aquel toro, de hecho hubo petición mayoritaria no atendida por el
presidente. La escasez de público hace que el cortar una oreja sea el más
difícil todavía. Lo consiguió en el sexto, dejando sensaciones maravillosas con
su toreo al natural. Pero, sobre todo, llamó la atención la frescura, prestancia
y la calma en sus formas. No pudo estar mejor, y eso es mucho decir en esas
circunstancias.
Tan
buena fue su actuación que le valió algún contrato para el mes de septiembre y
octubre, importante el dato. Se ganó a pulso su presencia en la Feria de Otoño
pero aplazaron el evento a la tradicional corrida del 12 de octubre. Volvió a
brillar y de qué manera. Otra vez la muleta en la mano izquierda, dibujando
naturales perfectos en la arena. De nuevo, el torero cargó la suerte, echó la
pierna hacia adelante y apostó por el toreo más de verdad. El del todo o nada.
Y tiene que ser el todo de cara al año que viene. Entre otras cosas, porque Las
Ventas es la plaza más complicada del panorama mundial y hay que tener los
conceptos muy claros para llegar y hacer el toreo de esa manera.
Uno
de los matadores que más me han sorprendido en esta temporada, a nivel particular.
A sus dos tardes en Madrid, sumo la de Logroño. Una faena a uno de La Quinta
destacada por su aplomo y las ganas de hacer siempre las cosas bien, con la
muleta puesta en la cara y tirando de los toros con una colocación perfecta. De
haber sido televisadas sus dos tardes en Las Ventas, estaríamos hablando de una
de las revelaciones de la temporada. Lo es, sin duda. Y Castellón, Valencia,
Sevilla y las ferias de principio de año merecen un torero de este calibre. Las
aficiones agradecerán a los empresarios la apuesta por matadores de toros con
un concepto del toreo muy puro. Es el momento de Paco Ureña, debemos
aprovecharlo.
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