Enrique Ponce luchó contra el fuerte viento que soplaba durante su primera faena. Inédito con el capote, permitió que asestaran un fuerte puyazo trasero al noble toro del Puerto. No contento con eso, el toro volvió al caballo para recibir una vara más. El valenciano no estuvo confiado con un animal que evidenciaba posibilidades de triunfo. Mal el torero al hilo del pitón sacando muletazos de uno en uno sin emoción ni ligazón. Media estocada y dos descabellos hicieron falta para tumbar al animal. Recogió una ovación cariñosa en el tercio.
Brindó el segundo de su lote al maestro Pedro Gutiérrez Moya, un gran toro del Puerto de San Lorenzo que permitió a Ponce estar a gusto delante. Lo recibió ganando terreno a la verónica y después decenas de muletazos al hilo del pitón sin trasmisión alguna. Pidió el torero un esfuerzo al tendido para que se metiera en la faena y al final lo consiguió. Estocada certera y dos orejas para el de Chiva.
Domingo López Chaves se presentaba una vez más ante sus pasisanos. Recibió al primero con una larga cambiada y una serie de verónicas que levantaron los primeros aplausos de la tarde. Comenzó la faena de muleta de rodillas por el buen pitón derecho del animal. Las mejores series llegaron también por ese mismo pitón. Domingo supo aprovechar a la perfección sus embestidas acoplándose perfectamente al noble toro del Puerto. Pinchazo y estocada. La primera oreja de la tarde en el esportón del ledesmino.
Tras ver dar la vuelta al ruedo a Enrique Ponce con las dos orejas en la mano, su orgullo quedó tocado y no podía permitir salir de la plaza por su propio pie. En esta segunda faena destacaron varias series de buen toreo al natural. Una faena firme demostrando una vez más el buen acople con los toros del ganadero Lorenzo Fraile. Lástima de pinchazo a la primera, pero a la segunda propinó media estocada suficiente para que el toro cayera pronto y así cortar la segunda oreja que aseguraba el triunfo.
David Mora cumplió las expectativas entre los buenos aficionados. La faena al tercero de la tarde fue una de las más brillantes de todo el corpus. Recibió a la verónica con tres de muy buena nota y un ajustado quite por chicuelinas hizo vibrar al entregado tendido. Varias series con la mano muy baja, rematando atrás con ligazón y emoción. Lástima de ciertas rachas de viento que estropearan parte del trasteo. Poco importó ya que dos series al natural pusieron la guinda a una faena marcada, por supuesto, por un excelente toro del Puerto de San Lorenzo. La cruz llegó con la espada; hizo falta el uso del descabello en varias ocasiones. Sonaron los dos avisos y los trofeos se perdieron en el limbo. Ovación.
El toro que cerró la tarde tuvo también un buen son. Manseó en algunas fases de la lidia pero se entregó a la muleta de un tocado David Mora. Sus compañeros de cartel consiguieron un triunfo que a él no se le podía escapar. Supo entender al toro a la perfección ligando los muletazos con mucha inteligencia. Venía de triunfar con dos toros de Valdefresno y ninguno de estos dos se le escapó sin torear. Bien Mora que mató de estocada trasera y caída que le valió las dos orejas. Un premio al compendio de las dos faenas.
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